domingo, 26 de enero de 2014

"AHORA QUIERO UNA NIÑA"

INFORMACIÓN RECOGIDA DEL PERIODICO EL PAIS:

Esperanza Martín tenía 43 años y cinco hijos varones cuando, en 1990, decidió acudir a un juez de Mataró, la ciudad donde residía, para pedirle que le diera autorización para escoger el sexo del siguiente. Quería tener una niña. El juez lo permitió, pero la fiscalía recurrió esa decisión y, finalmente, los tribunales no dejaron que Esperanza cumpliera su deseo. La legislación española impedía someterse a tratamiento para dar a luz, a la carta, a un niño o a una niña. Tampoco lo permite ahora. La Ley de Reproducción Humana, de 2006, solo consiente seleccionar el sexo del bebé con fines terapéuticos, es decir, para evitar enfermedades como la hemofilia o la distrofia muscular.

La selección de sexo sin finalidad terapéutica está prohibida prácticamente en toda Europa. En cambio, en Estados Unidos se puede acceder a esta técnica por unos 20.000 dólares (15.372 euros), explica José Codesido, portavoz de Anacer. Decidir el sexo del futuro bebé con total fiabilidad requiere someterse a una fecundación in vitro y hacer un diagnóstico genético preimplantacional (DGP) que estudie los cromosomas sexuales. El embrión del género deseado es el que se transfiere al útero. La técnica de selección de espermatozoides es menos precisa, explica Simón Marina. En España suelen estudiarse cinco cromosomas: el 13, el 18, el 21, el X y el Y, aunque a los padres no se les da información sobre si el embrión que se implanta es de un sexo u otro, señala Marina. En España, un ciclo de fecundación con diagnóstico genético implantacional cuesta unos 8.000 euros, según los datos que facilitaron ayer en rueda de prensa los responsables de Cefer y Anacer.

El Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona elaboró en 2003 un documento sobre la selección del sexo del bebé por razones no terapéuticas. En él propugnaba una modificación de la legislación actual para que se admita “satisfacer un deseo legítimo pero no crucial” en determinadas circunstancias, siempre que garantizara la no discriminación. “La prohibición contundente del Estado sobre la selección de sexo constituye una barrera que limita la decisión ciudadana, mientras que, al mismo tiempo resulta ineficaz para evitar el fantasma de los hijos a la carta, y no se justifica en nuestro contexto por razones reales de peligro, ni siquiera de tipo demográfico”, afirma el documento, firmado por especialistas en biología celular y embriología, medicina, enfermería, filosofía, demografía, antropología y derecho.

El Ministerio de Sanidad rechazó pronunciarse sobre la iniciativa legislativa. Una portavoz señaló que la ley actual prohíbe la selección de sexo y que no hay prevista ninguna reforma. Esquerra Republicana (ERC) propuso en 2005, cuando se estaba elaborando la Ley 14/2006, incorporar un artículo para permitir a las parejas españolas elegir el sexo de su bebé si ya tienen dos hijos del mismo sexo. No obtuvo apoyos entre el resto de grupos. La enmienda de ERC precisaba que no debería utilizarse para la selección la técnica de diagnóstico genético preimplantacional, muy controvertida puesto que supone desechar embriones sanos.

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